Aunque son un ingrediente indispensable en la gastronomía mexicana, muchas personas evitan comer frijoles por su tan mencionada capacidad de provocar flatulencias. Sin embargo, esta legumbre es uno de los alimentos más completos que existen.
¿No nos crees? Los frijoles, sin importar el tipo, son ricos en fibra, ácido fólico, proteínas, antioxidantes, hierro, calcio, potasio, magnesio, fósforo y zinc, además son bajos en calorías por lo que te ayudan a mantener un peso saludable.
Entre los muchos beneficios que recibes al comer frijoles destacan:
- Diabetes. Al ser ricos en fibra, soluble e insoluble, estas leguminosas regulan los niveles de glucosa en el organismo y en los procesos circulatorios.
- Colesterol. La fibra de los frijoles también ayuda a bajar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.
- Digestión. Los frijoles ayudan a regular el aparato digestivo y prevenir el estreñimiento. De hecho, se recomienda que las personas que padecen trastornos en el colon los incluyan en su dieta diaria.
- Hipertensión. Al ser una fuente natural de potasio, estas leguminosas son el alimento ideal para quienes sufren de hipertensión y retención de líquidos.
- Corazón. Los frijoles tienen un alto contenido en isoflavonas y antocianinas, antioxidantes que previenen las enfermedades cardíacas.
- Anemia. Se recomienda que quienes sufren de anemia consuman frijoles con regularidad, pues su alto contenido en hierro les ayuda a mejorar con facilidad.
- Energía. El consumo regular de frijoles te ayudará a tener más energía para realizar tus tareas diarias. Esto se debe a que contienen grandes cantidades de tiamina, riboflavina, niacina y ácido fólico.
- Huesos. Puedes prevenir la osteoporosis fortaleciendo tus huesos con el calcio presente en los frijoles.
Por si fuera poco, un estudio de la Universidad Estatal de Colorado demostró que la ingesta regular de frijoles y papas ayuda a prevenir el cáncer de mama. Así que qué esperas para agregar esta leguminosa a tu dieta diaria. ¡Puedes prepararlos de diferentes maneras!