La ciencia y la tecnología han avanzado tanto que, hoy en día, ya hablamos de la impresión 3D de órganos para dar una segunda oportunidad a millones de personas en el mundo, de regenerar córneas a partir de células madres y hasta de crear páncreas artificiales que controlen los suministros de insulina.
Y como si todo eso no fuera suficiente, los 46.8 de millones de personas que vive con Alzheimer podrían recuperar sus recuerdos y mejorar su calidad de vida. ¿Cómo? Con un michrochip.
Se trata de un dispositivo llamado neuroprótesis, diseñado por el emprendedor tecnológico Bryan Johnson, el cual se coloca en cerebros que presentan daños neuronales causados por conmociones, accidentes cerebrovasculares y Alzheimer.
Por si no lo sabes, el cerebro transmite, de la memoria a corto plazo a la de largo plazo, todos los hechos, vivencias y experiencias diarias, a través de señales eléctricas. Cuando se sufre Alzheimer, la comunicación se interrumpe, por lo que al enfermo le es imposible almacenar recuerdos.
Para contrarrestar este efecto, los desarrolladores de este microchip buscan replicar el código y restablecer la comunicación entre las neuronas. De lograrlo, los científicos estarán un paso más cerca de perfeccionar el cerebro humano, ya que en sus planes futuros están aumentar la inteligencia, la memoria y otras funciones cognitivas.
El bio-hacking, como se llama a esta tendencia de mezclar la ciencia tradicional con la ciencia ficción, no es algo nuevo, y definitivamente, el chip para tratar el Alzheimer no es el único desarrollo en que el que se trabaja.
De hecho, se sabe que algunas empresas trabajan en unos auriculares que mandan impulsos eléctricos y alteran el estado de ánimo cerebral, o aquellas que se han enfocado en mejorar la capacidad cognitiva combinando cafeína con ingredientes activos del té.
Por ahora, tendremos que esperar para ver si el microchip funciona y evaluar sus ventajas y desventajas.