Recuerden al abuelito más cercano que tengan a la mano… se acuestan temprano, se levantan varias veces durante la noche y finalmente, dan su noche por terminada como entre 4 ó 5 de la mañana para empezar con las labores del día… “es que a mí me gusta acabar mis pendientes temprano”.
Son varios los factores involucrados en este singular patrón de sueño de los mayores:
- Se acortan los períodos reales de sueño profundo durante la arquitectura normal del sueño de las personas. Esta reducción es de alrededor del 50% del sueño profundo que presenta un adulto joven. Esto obliga a que el despertar final de la noche se produzca más temprano. Si reintentan dormir y lo logran el descanso es de mala calidad y con gran cantidad de ensoñaciones intranquilas o pesadillas.
- El sueño es mucho más superficial y presenta más interrupciones, cualquier estímulo ligero los logra sacar del estado de sueño.
- Las enfermedades crónico degenerativas y sus medicamentos producen despertares frecuentes. La diabetes mellitus, los triglicéridos altos o la hipertensión, así como los tratamientos que se utilizan, pueden producir un sueño más ligero, ensoñaciones vívidas o despertares continuos y repetidos durante la noche.
- En particular los adultos mayores del género masculino presentan el problema de la hipertrofia prostática (o sea el crecimiento de la próstata), que hace que no puedan vaciar correctamente la vejiga y requieran levantarse varias veces a orinar durante la noche.
- En el caso de las mujeres, y sobre todo cerca del climaterio (menopausia), tienen como síntoma participante la presencia de “bochornos” durante la noche que causan una sudoración excesiva que las despierta e incluso requieren de cambiar la pijama por la cantidad de sudor.
Es por todo esto, que la moraleja de esta participación es… aprovechen y duerman a sus anchas mientras puedan.