Imaginémonos al principio de una fiesta donde lo primero que pasa después de que saludamos a los asistentes, alguien se acerca y nos dice: “¿Qué te ofrezco de tomar?”.
Bebo y los primeros toques del alcohol en el cerebro son altamente satisfactorios, se disfruta muy bien el sabor y disminuye la prisa que traía de librar el tránsito para llegar la fiesta. Mi cerebro se inunda de dopamina, que es el neurotransmisor del placer y me genera un gran bienestar. Igualmente se comienzan a estimular los receptores de endocannabinoides (si cannabinoide como en cannabis, que es donde actúa la marihuana), produciendo sensación de relajación, así como los de endorfinas, generando bienestar y bloqueando la transmisión del dolor. La mesa se encuentra puesta para comenzar con una muy rica fase euforizante donde podemos bailar, cantar y convivir sintiéndonos libres de vergüenzas y penas. Sólo cosas buenas…
Pasan las horas de la reunión y seguimos con la ingesta de alcohol. Se me empieza a trabar la lengua, mis reflejos se hacen menos eficientes, ya no bailo con todas mis habilidades al 100% y mis pensamientos comienzan a ya no funcionar con toda exactitud. El ácido gama amino butírico o GABA toma el control. Este neurotransmisor es el principal inhibidor de las funciones del sistema nervioso central y hace su efecto apagando capacidades.
El resto que continuemos de fiesta ya solamente es el reinado del alcohol deprimiendo el funcionamiento de mi cerebro como centro general de control.
Como “Bonus Track” tenemos el tema de la “Cruda” y el cerebro. Aquí el gobernador es el glutamato, principal neurotransmisor excitatorio, pero que en exceso produce daño neuronal y una sensación increíble de malestar. También hay que tomar en cuenta a la abstinencia aguda de dopamina. El cerebro tiene como orden general buscar el placer, y al tener una carencia drástica de dopamina nos genera la orden de volverla a buscar, motivo por el cual buscamos la tradicional cerveza “cerveza matacruda”.
Por todo esto, hay que darle valor al muy trillado consejo… Fiestas con moderación.