¡Ya estamos a nada de despedir al 2017! Espero hayas tenido la mejor de las navidades, pero ya que todavía nos falta decirle adiós al año viejo y tomar vuelo para el nuevo, te pregunto ¿Alguna vez has puesto propósitos sexuales al momento de las 12 campanadas y la pedida de deseos y propósitos del nuevo año?
La gran mayoría de nosotros ¡nunca pensamos en sexo cuando se trata de hacer propósitos! Pensamos en bajar de peso, tener un mejor trabajo, encontrar pareja, etc Pero al pobrecito PLACER ¡nadie lo pela!
Entonces, te tengo una propuesta para este año ¡inclúyelo en tu lista! ¿Cómo? Muy fácil, sólo necesitas observar qué te gustaría. Tal vez, tener un encuentro casual ó hacer un trío o quién sabe, quizás alcanzar el tan ansiado orgasmo de una vez por todas.
Sólo necesitamos tener presentes ciertas características al momento de proponérnoslo:
- Divide esa gran meta. Sí, no te pongas metas gigantes porque vas a tirar la toalla antes de empezar. Por ejemplo: si lo que quieres es alcanzar un orgasmo y llevas 15, 20 o 30 años sin lograrlo… no pongas eso. Mejor algo más pequeñito, pero que SÍ te lleve por el camino hacia alcanzarlo, tal vez: ir a terapia sexual. Esto es alcanzable y es más factible que alcanzarlo así como así, sobre todo porque llevas muchos años demostrándote el cómo no. Divide tu GRAN meta en pequeñas metas, que al final, cuando hayas pasado todas las pequeñas metas, te lleven a esa grande.
- Que sea medible. Es decir, que puedas tener algún parámetro claro de si estás avanzando o no. Por ejemplo: si ya elegí irme por el camino de la terapia, eso lo puedo medir. Quedé de ir una vez a la semana o cada quince días… cada que sí voy, le pongo una palomita a mi proceso, porque lo estoy cumpliendo. Esto me da sensación de avance y por lo tanto, que estoy caminando hacia mi meta.
- Que sea real. Sí, esta quizás es la más importante. Por ejemplo, la típica: bajar de peso. Entonces decimos, de aquí al verano quiero bajar 50 kilos. Esta meta no es real, en parte porque no depende 100% de ti, aunque te mates de hambre, no controlas tu metabolismo ni todo lo que ocurre internamente para sí lograrlo. Una meta real sería: cuidar mi alimentación, hacer ejercicio, ir al nutriólogo, hacer cita con el bariatra, etc. Todas las anteriores sí dependen de ti, la cantidad de kilos, no. Así que ojo con las metas que te autoimpones, checa que sí dependan de ti.
Como ves, no está difícil, sólo necesitamos observar qué queremos, cuál es nuestra necesidad. Volverla una meta real, para después dividirla en pequeñas metas u objetivos concretos, de forma tal que sean medibles y verificables y así, podamos ir avanzando hacia el camino que sí queremos y no dejar todo a medias y olvidarnos de nuestros propósitos sexuales al segundo mes.
Yo creo que todo se puede, siempre y cuando, seamos compasivos con nosotros mismos y vayamos conquistando poco a poco, incluso lento -pero seguro- aquello que queremos para nosotros.
Ahora que ya tienes las herramientas, nada de estarte olvidando de tu sexualidad a la hora de las uvas… ¡de menos UNA para el área sexual de tu vida! ¡Qué tengas un gran fin de año!