Seguramente has convivido con personas a las que parece que les dieron cuerda, todo el día están hiper; salen de un lado, corren para el otro, van y vienen sin tener en ocasiones motivo alguno para no encontrar su paz; incluso hay momentos en los que su exceso de energía puede causarte estrés. Sin embargo, todo parece normal en estas personas hasta que te enteras que no duermen muchas horas, que sufren de neurodermatitis atópica, tienen cambios de humor muy marcados y repentinos, se vuelven obsesivos con algunos temas o cuestiones de su personalidad, y un sin fin de acontecimientos angustiosos que viven a diario y son un impedimento para que vivan de manera saludable, en el sentido de que no alcanzan nunca la tranquilidad que desean. Esta situación se vuelve un conflicto en sus vidas, y es altamente probable, que pase mucho tiempo antes de que descubran que están atravesando por una crisis de ansiedad.
Las crisis de ansiedad se presentan todas de manera diferente y algunas veces son de esas que van de menos a más, sin que la persona tan siquiera piense que las padece, o bien, ocurren de manera súbita en la que se alcanza una máxima expresión de miedo o malestar. Durante este proceso ocurren algunos síntomas característicos tales como:
- Fuertes palpitaciones y aceleración de la frecuencia cardiaca
- Temblor en todo el cuerpo
- Sudoración excesiva y sin motivo
- Ahogamiento
- Dolor o sensación de presión en el tórax
- Dificultad para respirar
- Nauseas
- Mareos o desmayos
- Parestesias (hormigueos o entumecimientos)
- Escalofríos o calor excesivo
- Sensación de despersonalización
- Temor a perder la razón
- Miedo a la muerte con algunas manifestaciones de dolores en el cuello, llanto incontrolable e inesperado
Si estas crisis se presentan de manera recurrente, lo que te recomiendo es visitar a un especialista que pueda de manera profesional practicarte algún examen y determinar si estás pasando por una crisis de éstas y poder llevar a cabo un tratamiento que te permita salir de este trance de manera responsable y efectiva; lo que sí es cierto es que para evitarlo debes tratar de que tu entorno se vuelva más tranquilo y ordenado, priorizando tus actividades diarias y dejando para después todo aquello en lo que tu atención no deba estar enfocada.
¡Que tengas una bendecida semana!