Tema de la semana: me encanta, no puedo vivir sin él/ella, pero tampoco con él/ella ¿Alguna vez has pasado por algo similar a esto?
Es decir, me da muchas de las cosas que quiero… sabe perfecto qué decirme, pero luego “ya que caigo”… ¡se desaparece! Cuando está conmigo es divino(a), aunque –en general- a mis amigos no les cae tan bien o igual y ni siquiera lo(a) conocen.
Existimos personas para las que este tipo de relaciones resultan, francamente, adictivas ¿Por qué? Es muy sencillo ¡nos mantienen al límite! Nos hacen sentir vivos, siempre con la sensación de “no sé qué va a pasar” y eso puede ser MUY estimulante… aunque no sea –forzosamente- desde el mejor lugar.
Si a esto, le agregamos que –generalmente- el sexo con estas personas tiende a ser bastante bueno… ¡se vuelve el combo perfecto!
Si eres de mi equipo y este tipo de gente ¡te mata de pasión!, pero ya quieres hacer algo diferente:
Paso 1. Reconoce qué es eso que tanto te gusta. Es una dinámica que responde al placer; es decir, hay una parte del “no saber”, del sentirte “al límite” que se siente bien. Incluso emociona hablar de esto.
Paso 2. Busca en qué otras áreas de tu vida podrías tomar riesgos y generar esa misma sensación. Hay muchas formas de “ponerte a prueba”. Hay quien encuentra esta sensación en el ejercicio, otros la tenemos en el trabajo y muchos más en la pareja. Busca conscientemente dónde poner esa energía… llevarte tú a ese límite, de forma tal, que te puedas cuidar y no termines siendo víctima de tu dinámica… como en el caso de pareja.
Paso 3. Pide apoyo. Si sientes que la relación se está tornando tóxica, violenta, codependiente, etc. se vale pedir ayuda –en el ideal de los casos- de un profesional que te pueda acompañar y apoyar a crear las herramientas que necesitas para crear relaciones desde un lugar que funcione mejor para ti.
Ahora, si lo disfrutas y el precio a pagar por tener este tipo de relaciones, funciona para ti, está bien. Recuerda que no hay una forma ideal de estar en pareja, hay la forma que funciona para mí y siempre y cuando no vaya en detrimento de nuestra autoestima y nos sintamos a gusto con ella… valdrá la pena.
Cuéntame ¿Te ha pasado algo como esto? ¿Alguna vez has tenido una de estas relaciones? ¿Qué es lo que más disfrutas y qué lo que menos? Me dará gusto escuchar tu historia…