Esta semana que pasó, tomé un taller muy lindo que imparte una mujer que quiero mucho y admiro más. Se llama Diana Montiel y el taller “Niño interior”; fue una experiencia increíble.
Además de retomarme a mí, reconstruir mi historia y unir los puntos de una forma distinta esta vez, empiezo a ver mi grandeza; retomo mi intuición y mi brillo.
En fin, un taller que vale la pena tomar, altamente recomendable J Se preguntarán ¿Todo esto qué tiene que ver con el sexo? La respuesta es ¡Todo!
Entre broma y broma, decía que además de mi niña interior, también estaba reconectando con mi “puta” interior y ¡Sí!
Me considero alguien divertida y que disfruta jugar. Siempre digo que para mí, la sexualidad es juego, diversión y pasión… ¡todas cualidades de nuestro niño interior! Si eres de las personas que se toma MUY en serio todo el tema sexual, es momento de tener una plática con tu niño y tu adolescente interior; hacer las paces con ellos y permitirte tomar todas sus cualidades.
Esta semana, te propongo una tarea: ríete en la cama, sí, así como lees ¡Ríete! Si te pegas con la cabecera, si tu panza hace ruido, si tu vagina se echa pedos, si tu pareja te metió un descontón con el codo o si tu condición física deja mucho que desear y te cansaste antes de empezar… ¡Ríete! La vida no es tan seria y el sexo menos… ¡Diviértete y disfruta! La pasión no se acaba porque “cometiste un error” o porque algo “te sacó” del mood; se acaba porque tú permites que se termine al no tomar las propuestas del momento y permitir que tu “rigidez” de adulto se haga cargo –o de menos, lo intente-.
Si se trata de reírte, llévate a un siguiente nivel… si nunca te has disfrazado o jugado un juego de rol durante el sexo ¡Atrévete! Disfrázate de colegiala o de bombero y juega, créeme será una de las cosas más divertidas que hayas hecho en mucho tiempo. Si te animas, por favor, cuéntame ¡Me encanta escuchar tus historias!