Esta semana tenemos la conmemoración de dos días mundiales que tienen que ver con la salud mental.
El primero del que queremos hablar es el que corresponde al 30 de marzo, Día Mundial del Trastorno Bipolar. La Sociedad Internacional de Trastorno Bipolar lo ajustó en esta fecha ya que coincide con el día en que nació Vincent Van Gogh, que entre otras de las suposiciones diagnósticas es la de ser portador de trastorno bipolar. Basta observar cuadros de sembradíos o de noches estrelladas, unas que transmiten una tristeza abrumadora, mientras que cuadros similares brillan por una alegría contagiosa. Se calcula que cerca de 140 millones de personas son portadores de Espectro Bipolar en el mundo, entre ellos varios famosos como Mariah Carey, Mel Gibson, Mike Tyson, Catherine Zeta Jones, Robert Downey Jr, Britney Spears y Jim Carrey, entre los famosos vivos que conviven con estas fluctuaciones en su estado de ánimo.
En segundo sitio tenemos que mencionar al Día Mundial del Espectro Autista. Se tienen datos de que uno de cada 160 nacidos vivos cae dentro de este diagnóstico alrededor del orbe. El 2 de abril se conmemora a esta enfermedad y en este año en particular el lema es: “Puedo Aprender, Puedo Trabajar”. Centrando el foco en la postura más moderna que se nos menciona a los familiares y profesionales de la salud para manejarnos con este grupo poblacional. No debemos de fijarnos en las carencias, sino en las fortalezas que presenta cada persona que lo padece, y en base a estas cualidades, establecer un plan estructurado para potenciarlas.
La moraleja es la misma para las dos patologías, y creo que en este caso hace más sentido que en otras ocasiones. Ambas tienen algunas ventajas para los pacientes, las mismas en las que tenemos que fijarnos y favorecerlas para un mejor desenlace en calidad de vida.
Dr. Edilberto Peña de León