Es algo de lo que más cuesta explicarles a los pacientes que son portadores de trastorno bipolar: ¿Cómo puede ser posible que al mismo tiempo una persona pueda padecer de síntomas de depresión y de estar hipomaníaco o maníaco? Recordemos que las fases de hipomanía o manía son los episodios en los que las personas experimentan todo lo contrario a lo que es la depresión, se está acelerado en el pensamiento y la actividad motora, no necesita uno dormir, se tienen ideas de gran confianza en uno mismo y de que se puede lograr lo que sea, con lo que en términos prácticos se meten en problemas por estar hipersexuales, tomar riesgos innecesarios y hacer gastos excesivos.
A esta etapa tan particular se la conoce en psiquiatría como episodio mixto del trastorno bipolar. Es una fase de gran inestabilidad porque la hipomanía y manía hacen que se viva de manera más intensa todas las emociones, incluida la tristeza de la depresión. Por lo tanto, los pacientes no duermen, tienen ansiedad en todo momento, generan preocupaciones muy exageradas, al mismo tiempo, lloran sin parar y están frágiles en su estado de ánimo todo el día. Me había faltado todavía otro rasgo que los hace sufrir en demasía… cuentan con una irritabilidad fuera de este mundo que los hace estar peleados con las personas que los rodean…para acabar pronto: NO SE HAYAN EN NINGÚN SITIO.
Muchas veces, hay que realizar internamientos cortos para los pacientes que pasan por esta situación, ya que el manejo farmacológico de estos episodios se vuelve muy fino y complicado, ya que hay que usar varios tipos de medicamentos de forma simultánea y cambiarlos frecuentemente de acuerdo a las reacciones que vaya teniendo la persona. Hay que mencionar también que estos son momentos de algo riesgo suicida como resultado de esta “extraña” combinación de acelere y mal viaje de tristeza.
Doctor Edilberto Peña de León