Esta semana, me han agarrado de Dra. Corazón en el Instagram y aunque siempre les contesto honestamente, hay una parte de mi que se siente medio fraudulenta. Supongo que el hecho de sentirme medio rota para el amor, no ayuda ¿Alguna vez te has sentido así? Como que no naciste con ese chip… ves gente que –según tu- “no debería” estar emparejada… si fuera cosa de trabajo personal y sin embargo, ahí están, felices.
Soy lo más cursi, intensa y arrojada. Como diría un amigo, soy toda “echada pa’ lante”, pero igual siento que no estoy hecha para el amor. Igual, le puedo echar la culpa a Disney y a Hollywood… estúpidas comedias románticas ¡las amo! Pero me hacen daño. Diría un paciente: I want the hole enchilada! ¿Y sabes qué? ¡Yo también!
Siento que muchas veces me hago bien pendeja y digo que no me importa, con tal de no contactar con mi sensación de “rotura”, pero sabes qué ¡A la chingada! Como le digo a mis pacientes… igual te van a partir el corazón, por qué no arriesgarte, hacer cosas distintas y disfrutar del viaje.
Sé que aunque me siento así, no estoy así. Puedo ver que estoy chida, que soy un mujerón, que tengo harto para ofrecer y que más de uno estaría feliz de tomarme. Es una pena que mi sensación no me acompañe… noto cómo cuando alguien se me acerca, quiero que me diga qué onda, qué quiere y cuándo… lo cual, en general, los espanta y salen corriendo. Hoy puedo ver que es mi inseguridad y mis ganas de certeza, para no tener que arriesgarme, mostrarme e ir por lo que quiero. Creo que nunca lo he dicho en voz alta, pero quiero un amor bonito; de esos que me hagan suspirar, donde haya detalles, sorpresas, pasión, amor, diversión y harta complicidad. Tu ¿qué estás buscando? ¿Qué estás haciendo para encontrarlo? ¿Quién estás siendo para permitir –o no- que llegue?
Si te pasa algo parecido a mí, mi recomendación de la semana es ve qué te pasa con estar en pareja, con dejarte conocer de verdad, con mostrarte, con vivir el estira y afloje del día a día entre el “sí le gusto”, “no, sólo le caigo bien”, “no, obvio si me busca y me dice X cosa, sí le gusto”… y así, ad infinitum. Además de, muy importante, ver que una cosa es tu sensación y otra –muy distinta- la realidad, favor de no confundirte entre ambas. Y, si eres como yo y te enamoras del amor… ¡Disfrútalo, quién quita y este sí es el bueno, pero no lo sabrás si no te arriesgas… con todo y miedo!