Desde el nombre suena a una combinación de algo que todos deberíamos de conocer, pero que pocos podrían decirnos en que consiste, cómo diagnosticarlo o con qué tratarlo. Vamos a enlistar sus puntos principales a considerar:
- Se cree que afecta entre el 2-4% de la población mundial, con una frecuencia mayor para el caso de las mujeres a una frecuencia de 3 por cada hombre enfermo, con un pico de presentación entre los 20 y 40 años de edad.
- En algunas clasificaciones se le conoce también como encefalomielitis miálgica, con lo que se hace referencia a la presencia de síntomas físicos y neurológicos, así como al dolor muscular predominante.
- Se necesitan tres síntomas básicos para el diagnóstico: una reducción significativa para poder realizar actividades personales, laborales y sociales por más de seis meses con una diferencia drástica con la energía previa, esta fatiga no se alivia con el reposo; todos estos síntomas empeoran después de un esfuerzo y la presencia de sueño no reparador.
- Existen otros síntomas relevantes, como son la presencia de presión arterial baja al cambio de posiciones, fallas en capacidad de atención, memoria y concentración, debilidad y dolor muscular, hipersensibilidad a los olores y la luz intensa, bochornos y fríos intensos, así como algunas alteraciones del sistema de defensa del organismo con ganglios rojos e inflamados sin presencia de infección.
- Se tienen que descartar una gran cantidad de enfermedades debida a la diversa naturaleza de los síntomas. Hay que hacer estudios de sangre, orina, en ocasiones líquido cefalorraquídeo y muchos estudios de imagen tipo rayos X, tomografías y resonancias magnéticas. Es importante mencionar que en la mayoría de los casos todos estos serán negativos.
- Sonaría muy obvio que el primer tipo de tratamiento sea el reposo relativo, pero hay que mencionarlo. Lo claro es que la fatiga crónica no se cura SOLAMENTE descansando. Se usan algunas familias de antidepresivos (aunque no quiere decir que la enfermedad sea un tipo de depresión), algunos inmunomodulares sobre todo para los casos graves, así como metilfenidato o modafinilo como fármacos anti fatiga.
- Es muy muy importante que el paciente inicie un proceso corto de psicoterapia cognitivo conductual, sobre todo para entender la naturaleza de sus síntomas, y sobre todo, un sistema progresivo, sabio y prudente de activación física.
Así es que, si conocemos a alguien con un cuadro clínico sospechoso, no dejen de llevarlo a atender.
Dr. Edilberto Peña de León