Una nalgadita, una nalgadita, una nalgadita, si te portas mal… además de ser la letra de una rola que bailas en las bodas cuando estás bien chachalco, es un acto que te provoca mucho placer y que seguramente haces en tus noches de pasión más salvajes. Pero no se dice nalguear, tiene su nombre y se denomina spanking, la practica sexual de dar y recibir nalgadas.
Sabiduría que ayuda: en el juego sexual del spankign el chiste es alcanzar la excitación máxima por medio de los azotes en las nalgas, con diferentes niveles de intensidad. Se puede llegar al orgasmo para eso los genitales y áreas aledañas tienen que estar bien irrigados de sangre. Las nalgadas ayudan a lograr esto, cada impacto hace que el flujo sanguíneo se concentre en las pompas y cerca de los genitales.
Debes de saber que esta practica o juego sexual no se basa solo en azotar las pompas así porque así, tiene su chiste. Debe ser con la palma de tu mano un poco ahuecada y con los dedos unidos, no se trata de dar muchas nalgadas, ni muy fuertes, sino de lograr la excitación de tu pareja. Tomar un ritmo lento e irregular, favorecerá la excitación.
Aunque por su modalidad de golpearse suene agresiva, no es una práctica única de las personas BDSM, este juego es para aquellas personas que le quieren dar diversión a su sexualidad. Dejando atrás los azotes el spanking es un juego de roles algo complejo donde uno de los integrantes actúa como la ley, mientras el otro recibe el castigo por infringirla. Y lo mejor es que cada uno está de acuerdo con el rol que le toco desempeñar.
A los hombres le gusta esta práctica porque en su cerebro primitivo está el instinto animal. Dicho instinto se manifiesta de diferentes formas y niveles, en el aspecto sexual logran la excitación por medio de palmaditas en los glúteos. Además, cae en una patología primitiva pues el azotar fuertemente a una persona, implica agresión.
La mujer disfruta de este pues recibe una señal de que tiene a su lado un hombre fuerte y dominante lo que la estimula demasiado. A las mujeres que les gusta este tipo de dinámicas el tener sexo con un hombre que no las domine, no les genera placer o la misma estimulación. El típico pégame, pero no me dejes.
Además de lo anterior a las personas les gusta recibir nalgadas por el diseño anatómico del cuerpo humano. Pues los pierrotazos en esta zona permiten liberar la tensión en las pompas, que son de los músculos más grandes que tenemos. Por esto el trasero es ideal para azotarlo eróticamente.
Sin contar que son zonas muy erógenas, pero se encuentran cubiertas por capas profundas de grasa, es por eso que necesitan de algunos golpecitos como el spanking para que se activen.
Para que lleves a cabo esta práctica deben estar de acuerdo ambas partes, tenerse gran confianza y establecer los límites. Los expertos apuntan que el spanking puede llevar a una pareja al clímax y destruir su rutina ya que es un buen preámbulo para el sexo. Y no olvides que tanto puedes dar nalgadas como te las pueden dar a ti.
No le tengas miedo a unas cuantas palmadas en la cola antes del sexo, pueden ser lo que tanto esperabas a la hora de echar pasión. El spanking es de las cosas que son mejor probarlas que entenderlas o explicarlas. Así que preparen las manos y paren las pompis. Y para que te den ganas más de probar escucha esta rolita.
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