Estaba en la sala de espera de un consultorio con mi hija escribiendo mi participación de esta semana y ella me pidió escribir de las mascotas. Yo le pregunté que en que le servía a ella tener a su perro y rápido me contestó: “Para jugar con ella cuando estoy aburrida y para acariciarla cuando estoy sola”. Además de estos beneficios obvios para una niña de 9 años, el contar con un animal de compañía tiene beneficios claros para mi salud en general como la disminución en los niveles de hipertensión arterial. En específico hablaremos de los pros de tener una mascota para mi salud mental.
- Disminuyen significativamente la frecuencia de episodios de depresión en las personas enfermas al mejorar la sensación de soledad y sentirse acompañado de alguien que le importo.
- Hay menos incidentes de agitación en ancianos que están con enfermedad de Alzheimer, ya que se confunden menos al sentir que tienen a alguien conocido cerca de ellos.
- Acariciarlos nos ayudan a secretar endorfinas que son las sustancias encargadas de transmitir el placer al cerebro. Nadie podrá negar que nos sentimos bien “mascoteando” a nuestro mejor amigo de cuatro patas.
- Bajan los niveles de catecolaminas (hormonas del estrés y de la ansiedad) al llegar a casa y tener quien me mueva la cola de manera incondicional y me ayude por un momento a olvidarme de todos los problemas del mundo que deje afuera de la puerta de mi casa.
- Nos obligan a formarnos rutinas, ya que para cumplir con los cuidados que requiere mi mascota, tengo que levantarme temprano, salir a caminar con ella y me da la oportunidad de tomar un rato de reflexión al inicio y final de mi día para acomodar mis ideas.
Finalmente, para aprovechar todas las cosas buenas que me puede ofrecer el tener una mascota es importante hacer un análisis detallado del tipo de mascota que funcionaría para mí; los espacios de mi casa, el tiempo que le puedo dedicar, el costo que requieren sus cuidados, etc… y después de haber dicho esto, a disfrutar de mi mascota y de sus beneficios.