La mejor educación alimentaria es la que podemos enseñarles en casa.
La comida representa un aspecto fundamental en la vida y en la salud de las personas, por lo que es muy importante que los padres fomenten hábitos adecuados en sus hijos a temprana edad.
Sabiduría que ayuda:
En la actualidad, los altos niveles de obesidad y sobrepeso entre la población mexicana representan una situación preocupante, ya que de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2016), 7 de cada 10 adultos, 4 de cada 10 adolescentes y 3 de cada 10 niños, presentan estos padecimientos.
No obstante, las generaciones actuales cuentan con muchas ventajas como el acceso a información de calidad en internet, dispositivos tecnológicos con los que pueden monitorear sus actividades, e inclusive elegir y pedir productos del supermercado o la “tiendita” de la esquina, acordes a su estilo de vida como pueden ser una Coca-Cola Sin Azúcar -mismo sabor sin calorías-, un paquete de granos trail mix de Bitz o frutos secos, que pertenecen a la categoría de snacks saludables, que anteriormente no existían.
Estas opciones representan maneras sutiles y atractivas de influir en los jóvenes, por lo que se debe tener presente la importancia de brindarles la oportunidad de tomar sus propias decisiones alimenticias, y evitar imponerles las nuestras. Para fomentar estos hábitos se pueden tomar en cuenta los siguientes consejos:
- Enseñarles a calcular su Índice de Masa Corporal (IMC), que les puede indicar si están bajos de peso, si tienen un peso equilibrado o si padecen sobrepeso u obesidad.
- Mostrarles el Plato del Bien Comer los ayuda a aprender cómo integrar los tres grupos alimenticios, en las porciones adecuadas. Es importante considerar incluir un alimento de los distintos grupos durante cada comida: verduras y frutas, cereales y leguminosas, y alimentos de origen animal.
- Explicarles cómo integrar opciones y porciones de alimentos en función de sus propias necesidades. El método de la mano (medir las porciones de alimentos con nuestra propia mano) es una buena opción.
- Integrar sustitutos de azúcar en su alimentación para mejorar el control de calorías. Su consumo es seguro durante cualquier etapa de la vida, inclusive en niños, personas con diabetes y durante la lactancia, siendo avalados por autoridades reconocidas como la COFEPRIS y la FDA, para llevar un equilibrio nutrimental.
- Invitarlos a realizar ejercicio o actividad física de manera continua. Acompañarlos a descubrir su actividad deportiva favorita los ayuda a la larga a mantenerse sanos y en forma.
- El contexto importa. Los padres pueden compartir buenos hábitos para que sean retomados por sus hijos. Implementar el uso de platos de tamaño mediano, mantenerse hidratados y combinar los grupos alimenticios de forma correcta, son las principales herramientas para ayudarlos a llevar un estilo de vida saludable.
Finalmente, alimentarnos correctamente puede resultar muy sencillo y una de las mejores herencias que le podemos dejar a nuestros hijos es precisamente el cuidado de su salud mediante la prevención de enfermedades tan graves como la obesidad y el sobrepeso.
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