El pasado viernes 16 de marzo se conmemoró el Día Mundial del Sueño, que siempre se realiza el 3 viernes de marzo, que generalmente se encuentra en relación al equinoccio de primavera. La relación entre estos dos eventos se centra en que, con el cambio a la primavera, se modifica el número de horas de exposición a la luz y, por lo tanto, se pueden modificar mis patrones normales de sueño.
En este año el lema fue: “Únete al mundo del sueño, preserva tus ritmos para disfrutar de la vida”. Y esto lleva dos mensajes:
- Celebrar que el año pasado el premio Nobel de Medicina se les otorgo a investigadores que describieron perfectamente los patrones neurobiológicos detrás de los ritmos circadianos. Resaltando la importancia que para nuestro organismo revisten los ciclos que se presentan con características rítmicas. Los más a la mano que conocemos, son los hormonales y los del ciclo sueño vigilia.
- Destacar la relevancia que tiene cuidar de nuestro ciclo de sueño para prevenir otras enfermedades médicas relacionadas: enfermedades cardiovasculares, eventos vasculares cerebrales, diabetes mellitus, e incluso, el incremento en susceptibilidad para algunos tipos de cáncer.
Los datos para saber si tienes un problema de insomnio son: tener un dormir no satisfactorio y con consecuencias de incremento en somnolencia durante el día por más de tres días a la semana por más de tres meses.
En estos casos lo más indicado es comenzar por preguntarnos que tan descuidada tenemos nuestra higiene de sueño:
- La cama es sólo para dormir, no para hacer otras actividades.
- Llevar una rutina fija para irnos a dormir.
- Irse a la cama sólo con somnolencia.
- Controlar al máximo los estímulos que fracturan mi sueño (temperatura, ruido, luz y comodidad).
- Regular la ingesta de sustancias estimulantes.
- Despertarme y acostarme casi siempre a la misma hora.
Si hago todo esto y no tengo éxito es momento de acudir a un especialista del área de las ciencias neurológicas para que se me dé un manejo todavía más efectivo para mejorar mi sueño. Dormir bien, aunque suene exagerado, es de vida o muerte.