Seguramente has oído hablar de la dieta mediterránea, pero como muchas cosas que ya se convierten en “lugares comunes”, todos sabemos que existe, pero no conocemos en que consiste.
Principalmente incluye frutas y verduras frescas, no cocinadas ni expuestas a ningún procedimiento especial, se tiene como la principal fuente de proteínas a los pescados blancos y como fuente de grasas al aceite de oliva y los frutos secos.
Los beneficios de la dieta mediterránea que se han ido documentando de ella los enlistamos a continuación:
- A nivel molecular su efecto general es antiinflamatorio, con lo cual ayuda a que todas las células tengan un funcionamiento más optimo en cuestiones de energía, a que no produzcan tantos desechos que son tóxicos para ellas mismas y como consecuencia, se mejora la evolución de todas las enfermedades crónico degenerativas, entre ellas varias que incluyen al sistema nervioso central.
- Existen múltiples estudios que demuestran que el consumo de dosis altas de ácido fólico en poblaciones que llevan una dieta mediterránea les mejora significativamente los niveles de depresión y ansiedad de leve a moderadas.
- Este tipo de dieta puede llevar a modificaciones genéticas de los riesgos de presentaciones de episodios depresivos mayores facilitados por su presencia en familiares de primer grado.
- Hay datos que respaldan que el comer en esta disciplina representa el mismo beneficio que tomar un antidepresivo en dosis terapéutica.
- El otro grupo de patologías que demuestran una modificación importante son las del tipo demencial, sobre todo se disminuye el riesgo de presentar demencia de tipo Alzheimer y vascular.
Finalmente, los datos son relevantes, usar la dieta mediterránea produce beneficios sustanciales en la salud general y en particular en la salud mental de las personas.
Dr. Edilberto Peña de León