¿Haz notado que sudas de una manera mucho más abundante que las otras personas a tu alrededor? Puede que estés padeciendo de una enfermedad que afecta tus glándulas sudoríparas. Aquí te decimos qué es la hiperhidrosis, síntomas y tratamiento.
Hiperhidrosis, síntomas y tratamiento
Qué es la hiperhidrosis
La hiperhidrosis es un padecimiento en el que la persona suda en exceso, debido a que tiene las glándulas sudoríparas hiperactivas. Aunque esta condición se presenta de forma imprevista y sin desencadenante aparente, se sabe que se acentúa con las altas temperaturas y ante situaciones de estrés y nerviosismo.
Inevitablemente, la hiperhidrosis tiene un impacto negativo en la salud mental de las personas. La mayoría, tiende a acomplejarse y limitar el contacto físico con otros individuos. Además, evitan las actividades en las que tengan que sujetar objetos con seguridad y adoptan posturas rígidas para ocultar la sudoración excesiva de las axilas.
Se sabe que algunas enfermedades y el consumo de ciertos medicamentos también pueden favorecer la sudoración excesiva. Los casos más frecuentes de hiperhidrosis secundaria se presentan en personas con menopausia, problemas de tiroides, cáncer, ansiedad, tuberculosis, cardiopatías y Parkinson, entre otras
Hiperhidrosis, tratamiento
Existen varias formas de tratar la hiperhidrosis, por lo que, en función de la gravedad del problema, el médico elegirá el adecuado. Las opciones son:
- Antitranspirantes. Puedes emplear productos que contienen del 10% al 20% de hexahidrato de cloruro de aluminio, pues tapan los conductos sudoríparos y evitan la sudoración excesiva de las axilas. Si padeces hiperhidrosis, asegúrate de no usar desodorantes, pues sólo ayudan a reducir el olor corporal y no previenen la sudoración.
- Iontoforesis. Se trata de un procedimiento en el que se emplea electricidad para desactivar temporalmente las glándulas sudoríparas. Es más efectivo en los casos de sudoración en manos y pies.
- Botox. La hiperhidrosis también puede controlarse con inyecciones de Botox. La toxina botulínica bloquea temporalmente los nervios que estimulan la sudoración. Este método es más efectivo en las axilas.
- Simpatectomía torácica endoscópica (STE). Es un procedimiento quirúrgico poco invasivo en el que se corta un nervio, lo que apaga la señal que le indica al cuerpo que sude en exceso. Esta técnica es efectiva en palmas y cara.
- Cirugía de axila. En los casos más severos de hiperhidrosis pueden extirparse las glándulas sudoríparas de las axilas.
- Fármacos. Algunos medicamentos frenan la estimulación de las glándulas sudoríparas; sin embargo, sólo son útiles para ciertos tipos de hiperhidrosis, sobre todo en el rostro.
Si has detectado que sudas en exceso, incluso estando en reposo o en algún lugar fresco, no dudes en acudir al dermatólogo, quien estudiará tu caso y determinará si necesitas la atención especializada de un endocrinólogo y/o un cirujano torácico. Recuerda que la hiperhidrosis es una condición física y no tiene nada que ver con la higiene personal.
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