¿La impaciencia se apodera de ti?

Marisol Santillán

El otro día comentaba con un adolescente en terapia lo difícil que parece esperar, dar tiempo a que las cosas tomen su cauce… “estas haciendo algo, se llama esperar” le comenté ante su impaciencia por terminar el rompecabezas de la sesión.

Marisol Santillán

El punto es que hoy en día parece difícil “saber esperar” y no, no es algo que únicamente sufran los adolescentes, muchos de los adultos también estamos viviendo en este mundo acelerado, el modo de la “inmediatez” donde tenemos respuesta desde el otro lado del mundo en menos de tres segundos y la impaciencia se apodera de nosotros al creer que no estamos haciendo nada mientras no responden el mensaje.

En dichos episodios el “mientras” lo volvemos a “no estoy haciendo” lo nulificamos y al ignorarlo es como invalidar y lo que -sí- estamos haciendo esperar. Y saber esperar en realidad es un darnos una pausa entre lo que hicimos antes y lo que vamos a hacer, dicho paso es lo que muchas veces nos da certeza de lo que deseamos hacer una vez que tengamos respuesta, nos da la energía para el movimiento que sigue, por lo tanto, esperar es tan importante como tomar acción.

La impaciencia se apodera de nosotros porque nos sentimos sin el control de la situación y esto muchas veces se traduce como ansiedad o angustia, y muchas ocasiones esta sensación es la que nos frena para darle continuidad a lo que deseamos lograr.

Saber esperar, es una cualidad que se puede desarrollar, aprender a tolerar la incertidumbre es un proceso que depende de la capacidad de espera, si logras verlo como parte del proceso de vivir y dejas la impaciencia a un lado, es como hornear un pastel, si lo sacas antes de tiempo no se esponja, si lo dejas demasiado tiempo en el horno se quema. La espera es un periodo asignado a la acción que te permitirá dar el siguiente paso con mas seguridad.

¿Cómo eran tus padres?, ¿qué aprendiste en casa acerca de esperar? Si las creencias que aprendiste acerca del tiempo de espera necesario fueron negativas y aprendiste que debías estar haciendo algo todo el tiempo, esta es una de las razones por las que hoy eres impaciente. Ahora debes construir nuevas creencias, donde esperar el tiempo justo te ayudará a bajar la ansiedad, aprenderás a estar más presente en tu vida cotidiana y esto te permitirá gozar de mayor bienestar y menos estrés.

Frases que puedes adoptar:

  • Esperar es parte de la vida
  • La espera es parte del proceso
  • Esperar es estar haciendo algo

Otra de las razones por las que puedes encontrarte impaciente es por tu anhelo de que las cosas deben estar listas, bien hechas y en tiempo perfecto. A mayor capacidad de espera menor será la impaciencia y, por lo tanto, tu necesidad de hacerlo perfecto y tener el control también se vuelve menos importante, lo cual no significa que tu desempeño sea menor, por el contrario, es muestra de que valoras la certeza de la espera y desarrollas la confianza en ti mismo.

 

Marisol Santillán, psicoterapeuta Gestalt.

 

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