Las emociones en tiempos electorales

Fabio Valdés Farrugia

Fabio Valdés FarrugiaÚltimamente me he estado debatiendo para ver el tema de mi columna, de hecho ya estoy encima de mi último dead line para que salga, y es que el tema que traigo en mente no es de lo más popular que digamos, de hecho es un tema espinoso, por ponerlo en términos coloquiales, sin embargo por más que quise alejarme de él, mi cabeza es un poco necia y una vez que ha decido hablar de un tema no se puede razonar con ella, así que sin más preámbulo aquí les va este tema con el miedo que implica hablar de él.

Las campañas electorales es uno de los momentos menos favoritos de mi vida, generalmente me la pasó mal porque me duele ver la forma en la que nos tratamos entre nosotros y la forma en la que somos manejados por nuestras emociones y, sin quererlo, pasamos encima del otro con argumentos no comprobados. Y lo más curioso es que aunque la mayoría de nosotros actúa así, pensamos que son los que no piensan como nosotros los que se dejan llevar por sus emociones y no escuchan argumentos.

Es interesante desde un punto de vista psicológico, ¿Cómo dos grupos puede decir que tienen razón y descalificar al de enfrente sin siquiera revisar los argumentos de ambos lados para tomar una decisión razonada? La propuesta que yo tengo de respuesta es simple pero abarca mucho de las tomas de decisiones que tomamos y en las elecciones se hace más evidente que nunca, somos controlados por nuestra emociones.

Tengo algunos amigos, familiares y conocidos que aseguran que la cura de este mal es la educación, sin embargo conozco personas con doctorado que se dejan llevar por este fenómeno emocional de igual manera, en general diría que, fuera de las personas que tienen una vida académica robusta, la mayoría de la gente se deja llevar más por la emoción que por la razón.

Amamos pensar que somos seres racionales, pero en el momento en el cual pegan con nuestras emociones lo perdemos por completo, me parece muy interesante como por un lado tenemos a un montón de personas con argumentos basados en el miedo a dejar de tener lo que tenemos y del otro lado un montón de personas a que sigamos igual a como estamos.  Sé que la política es un tema difícil porque a final de cuentas no hay una respuesta clara, cada decisión que tomes tendrá consecuencias para un área de la población y es imposible estar contento con todos. Pero por eso es un excelente ejemplo para mostrarnos como reaccionamos.

Pondré un ejemplo de cosas que me he topado en las redes hablando de política, (Siempre borrando al candidato en cuestión porque la idea no es hacer política sino hablar de lo humano) y después llevare este ejemplo a nuestra vida diaria para que veamos a que me refiero con que es una cuestión emocional más que racional y necesitamos empezar a tomar en cuenta nuestras emociones para nuestra toma de decisiones, (El voto incluido entre ellas).

Ejemplo Político

“Me sorprende el nivel de agresión que tienen las persona que siguen a Perenganito, ¿Será un reflejo de lo que pasaría si se ganara la presidencia?”

Ejemplo cotidiano.

“Me sorprende el nivel de agresividad que tienes cuando hablamos de este tema. ¿Vez porque no quiero tener hijos contigo?”

Lo interesante de este par de comentarios es que ambos están en una situación paradójica que todos vivimos. ¿Notan el nivel de agresividad que el comentario tiene? La pregunta es ¿Cuál es su queja?

Si te sentiste aludido con este comentario, que además ahora confesare invente totalmente basado en cosas que he observado, es porque todos lo hacemos. En este caso en particular lo que no está viendo esta persona ficticia es que se está sintiendo atacada y hecha menos con los comentarios de las otras personas y en vez de hablar de eso o buscar formas más asertivas de comunicación actúa como nos enseñan a actuar “de que lloren en mi casa a que lloren en la tuya”

Yo también he hecho lo mismo, a veces tengo tanto miedo a que no nos hagamos cargo de nuestro país, que sin querer, les mando el mensaje a los demás de que yo tengo razón y ellos están idiotas, y de forma evidente la respuesta que obtengo es que el idiota soy yo…

¿La solución? Antes de hacer un comentario, compartir un post, contestar un post o algo parecido en cuestión de política date 5 min, estudia lo que estás viendo y nota si no lo que estás haciendo es defenderte porque te sientes lastimado, actuando en función a miedo sin información tangible o si lo haces porque te da una sensación de poder y control, después de esos 5 minutos checa si el argumento que están dando es razonable y que este te sirva en tu toma de decisiones, sabiendo que, no hay decisión correcta.

¿Y cómo esto puede servirme para mi vida diaria?

Fácil, cuando notes que haces eso en política podrás llevar esta misma herramienta con tu pareja, tu jefe, tu mama o papa, tus hermanos etc… Y aprenderás a discutir con mejores elementos y acordar tomando en cuenta lo que sientes en el proceso.

Una disculpa si con este texto te pegue en heridas sin querer, mi intención, como siempre, no es que te sientas herido, sino construir herramientas para que vivamos una vida mejor.

Nos leeremos pronto.

Fabio Alejandro Valdés Farrugia

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