Dicen que la peor parte de estar hospitalizado no es el dolor o la incertidumbre de no saber cuándo podrás regresar a casa, sino la comida. Es verdad, no estamos exagerando. Quienes han tenido que consumirla aseguran que es simplemente horrible.
Tal vez sea cierto que no es precisamente un manjar, pero debes entender que está preparada para satisfacer a tus papilas gustativas sino tus requerimientos nutricionales. Además, cada uno de los platillos que se elaboran debe ser apto para que lo consuman todos los pacientes, desde el que tiene diabetes, hasta el que tiene problemas digestivos, pasando por el hipertenso y el que acaba de salir de cirugía. De ahí que no se usen condimentos ni sal.
No esperarás que los encargados de la cocina hagan un menú especial para cada enfermo, en el que tomen en cuenta sus gustos y las recomendaciones del médico. ¡Nunca acabarían! Además, de que los costos de hospitalización se dispararían. Seguramente, no quieres pagar más, ¿o sí?
Asimismo, otros detalles que debes saber de la comida de hospital son:
- Al diseñar un menú para un grupo de personas tan grande y diferente, los nutriólogos de los hospitales toman como referencia las ingestas recomendadas para las personas que requieren menor cantidad de energía.
- Aunque, en realidad, algunas personas consumes más energía de la que requieren, estos valores suelen compensarse con los complementos de la comida.
- La comida de hospital debe ser rica en nutrientes y omitir calorías vacías, azúcares y grasas.
- Los alimentos empleados deben ser de fácil digestión, pues el hecho de permanecer en cama ralentiza el movimiento intestinal. Si al estar internada pretendieras comer, como sueles hacerlo, acabarías con un terrible estreñimiento.
- Las porciones que se sirven a cada paciente van de acuerdo a sus requerimientos nutricionales; así que no comerás ni más ni menos de lo que tu organismo necesita para recuperarse.
- Para evitar problemas con los niveles de azúcar o estomacales, los hospitales fijan horarios para servir la comida. Todos los días desayunarás, comerás y cenarás a la misma hora.
Sabemos que es prácticamente imposible que quieran adoptar las características de la comida de hospital en tu dieta diaria, pero podrías rescatar algunos aspectos con:
- Tamaño de las porciones
- Horarios de comida
- Emplear alimentos ricos en nutrientes y omitir las calorías vacías.
¿Qué dices? ¿Te animas?