Nos encanta empacarle a las guajolotas y a la garnacha, y nos la vivimos deseando que un día podamos, mágicamente bajar de peso. Este deseo de bajar de peso y la desesperación de no ver resultados, puede llevarte a poner tu vida en peligro. Y no, no sólo nos referimos a los trastornos alimenticios, como la anorexia y la bulimia, sino a todas las dietas y demás métodos alternativos.
Sabiduría que ayuda: Un estudio realizado por el Centro Médico de la Universidad de Duke reveló que las personas, hombres y mujeres, que eliminan 10% de su peso corporal en grasa, mejoran significativa y cualitativamente su sexualidad y su vida.
Si ya has considerado recurrir a estas técnicas, mejor lee los efectos negativos que tienen en el organismo:
- Dieta de la solitaria. Este método te va a encantar, pues consiste en comer huevos de solitaria. Sí, un parásito que se instala en el intestino y que se alimenta de todo cuanto consumes, evitando que engordes. ¿Qué tiene de malo? De cada huevo crece una hermosa lombriz que puede llegar a medir metros. Estos animalitos pueden provocarte desnutrición, inflamación abdominal, obstrucciones y hasta la muerte, pero la cosa no acaba ahí. Las solitarias también pueden instalarse en tu cerebro y causarte convulsiones.
- Dietas de las bolas de algodón. Esta dieta es una de las más usadas por las modelos. Consiste en sumergir bolitas de algodón en jugo de naranja o alguna bebida que le dé sabor para luego tragarlas. El objetivo es quitarle el hambre sin ingerir demasiadas calorías. ¿Cuál es el problema con este método? El algodón puede obstruirte el intestino y dañar su revestimiento.
- Dieta por la nariz. Básicamente, consiste en colocarte una sonda que vaya desde tu nariz hasta tu estómago. El objetivo es alimentarte a través de ella, y con ello evitas consumir alimento. Aunque es un método efectivo para perder peso, puede ocasionarte estreñimiento, mal aliento, agotamiento e insuficiencia renal.
- Dieta depurativas. Aunque está de moda desintoxicar el organismo con ayunos, bebidas y/o fruta, la realidad es que estas dietas no proveen a tu organismo de los nutrientes necesarios. En poco tiempo te sentirás agotada y tus órganos dejarán de funcionar adecuadamente. La mejor parte es en cuando abandonas la dieta recuperas el peso con ganancia.
- Dieta del grupo sanguíneo. Se presume que los nutrientes se descomponen en el cuerpo según el tipo de sangre, por lo que sólo podrás consumir determinados alimentos. Al final, aunque pierdas peso, tendrás una deficiencia nutricional importante.
- Dieta Atkins. Ésta se limita a eliminar todos los carbohidratos de tu dieta, mientras tanto puedes comer todas las proteínas y grasas que quieras. ¿El problema? No consumirás suficientes vitaminas y minerales, mientras que el exceso de proteínas es malo por los riñones. Sin olvidar que el exceso de grasa disparará tus niveles de colesterol.
- Productos quema grasa. No existe evidencia científica de que estos productos funcionen, lo que sí sabe es que en ocasiones contienen anfetaminas o parásitos intestinales (¿te acuerdas de la solitaria?), sin olvidar que muchos de ellos alteran el funcionamiento de la tiroides.
¿Se te ocurre una peor idea para tratar de bajar de peso?
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