Para la mayoría de las personas los quesos maduros son más deliciosos, sin embargo no son los más saludables. Este tipo de quesos son tienen la característica de que entre más maduro es su aroma es más fuerte, además son más costosos. En la contraparte tenemos a los quesos frescos, quizá no sean tan deliciosos, pero son duda son más saludables y económicos. ¿Por qué elegir el queso fresco en lugar del maduro? Aquí algunas buenas razones para ayudarte en tu decisión.
Quesos maduros
Se obtienen por coagulación enzimática con cuajo de origen animal. Se fermenta fon microorganismos no lácticos por algunos días, en algunos casos años.
Algunos ejemplos son los quesos gouda, roqueford, edam, gruyère, parmesano, cheddar, manchego, chihuahua y asadero.
Tienen grasa, especialmente saturada, proteínas de bajo valor biológico, calcio, fósforo y vitaminas A, B2 y B12. Al retirar el suero del queso se pierden vitaminas, minerales y las proteínas de valor biológico. No tienen fibra, carbohidratos o vitamina C. Son ricos en colesterol, sodio y aminas hipertensoras como la tiramina y la histamina. Contienen sustancias tóxicas como el amoniaco, lo que puede provocar daños o enfermedades en hígado, piel y corazón, además de provocar jaquecas, alergias e hipertensión. Contienen muchas calorías y no son recomendables para personas que padecen insuficiencia renal.
Queso fresco
Se obtienen a partir de leche pasteurizada, por lo general de vaca. Se coagula con ayuda de bacterias acidolácticas, que son los estreptococos. En ocasiones se usa el cuajo: el queso se incuba para formar la cuajada por algunas horas, luego se escurre por 30 minutos o una hora y no se deja en maduración, sino que su consumo es casi inmediato.
Algunos ejemplos de quesos frescos son cottage, requesón, panela, canasto, blanco y petit-suisse. También son deliciosos. Son una buena alternativa en postres, por ejemplo en lugar de fresas con crema come fresas con queso cottage.
Son ricos en proteínas de valor biológico contienen un mínimo de grasa y están constituidos por agua entre un 70 y 80%, se recomienda a personas de todas las edades, cuida el corazón y las arterias, previniendo enfermedades como infartos y arteriosclerosis. Se recomienda a personas con diabetes, obesidad, hipertensión, colesterol alto y problemas cardíacos. Tienen poca sal y son bajos en calorías.
Los quesos frescos son los únicos aceptables si tu intención es mejorar tu salud, consúmelos más que los quesos duros y verás como tu salud mejora.