En las vacaciones de verano cambian nuestros horarios, suspenden clases en los gimnasios, acaban las temporadas deportivas y le dedicamos más tiempo al reposo.
Cuando estos cambios duran 2 o 3 días no tenemos que ajustar nada pero cuando estamos hablando de varias semanas, si hay que ocuparnos.
Estos cambios ocasionan que gastemos menos energía y es fácil que se rompa el balance entre el consumo y el gasto ocasionando aumento de peso, grasa y pérdida de músculo.
Es necesario hacer dos tipos de ajustes: disminuir el consumo de calorías y planear alguna actividad física temporal.
Ajustar el consumo: Si no sales de vacaciones y continuas con la misma actividad física, no necesitas ajustar gran cosa. Sólo tomar más líquidos, frutas y verduras para que no te deshidrates con al aumento en la temperatura que sufrimos en esta época del año.
Si la actividad física va a disminuir importantemente y no tienes manera de sustituirla, es básico que consumas una porción menos de carbohidratos (un pan, dos tortillas, 1 taza de pasta o arroz) al día y evites las preparaciones grasosas como empanizados, capeados, fritos, crema, salsas blancas, etc.
Si sales de vacaciones, inicia el día con un desayuno abundante y variado. Cuida las porciones durante el día y lleva a gua y algo de colación en tu bolsa o mochila. Las barras y cacahuates son buenas opciones.
Planear actividades físicas alternas: Siempre existe la oportunidad de hacer ejercicio durante el verano, si tu hijo juega hockey o futbol y se acaba la temporada, busca algún ejercicio que le dé fuerza y agilidad, por ejemplo, entrenamiento funcional o pilates, así empezará la siguiente temporada más fuerte y preparado.
En el caso de los adultos, es un buen momento para probar actividades nuevas como caminata, patinar, tomar alguna clase de yoga, etc. Siempre lleva unos tenis y ropa deportiva cuando salgas de vacaciones, hay lugares ideales para hacer ejercicio en la mayoría de los destinos de veraneo.
También puedes organizar paseos con tu familia que incluyan alguna actividad física como andar en bicicleta, visitar a pié el centro de tu ciudad, remar, patinar, etc. A mis hijos les encantaba que les armara un rally: un circuito que incluía gatear, correr, responder preguntas, buscar pistas, etc. Sólo necesitas imaginación y un reloj para ver quién lo hace más rápido. Era muy divertido y hacíamos ejercicio aunque el espacio fuera limitado.
Baila! En dos meses puedes aprender cualquier tipo de baile: salsa, jazz, zumba, bailes de salón, cumbia. Es un ejercicio aeróbico y divertido. Si no te gustan las clases, busca lugares donde se bailen estos ritmos y visítalos, pero recuerda que vas a hacer ejercicio, así que no dejes la pista cada 5 minutos, por lo menos baila 15 minutos continuos antes de cada descanso.
Disfruta del verano y cuídate, recuerda que si bajas la guardia, puedes tardarte varios meses en recuperar tu peso o tu capacidad deportiva.
¡Que tengas una gran semana!