Siempre que comentamos acerca de las patologías de la salud mental y de sus orígenes,
recalcamos el hecho de que se tratan de patologías multifactoriales, esto quiere decir, que
son muchas las causas que están en su génesis, pero que de ellas contaos a las de herencia
genética, las neurobioquímicas, las familiares, sociales y culturales, que determinan casi
siempre la forma de aparición de estas enfermedades.
Son extremadamente pocos, de hecho, casi ninguno, los desórdenes que se deben a una
alteración puntual de un solo gen, en su gran mayoría de se trata de alteraciones
combinadas en una gran cantidad de genes que pueden codificar para la expresión de
temas de salud mental. A esto se le conoce como herencia poligénica. Es así, que alguien
que es portador de depresión puede transferir a su descendencia la susceptibilidad de
padecer la misma depresión, trastornos de ansiedad, bipolaridad o esquizofrenia. Es por
eso que al hablar de la ayuda de la genómica en detectar la predisposición que tenemos a
enfermedades neuropsiquiátricas, el aporte todavía no es determinante y se encuentran
en protocolos de investigación que tratan de desenmarañar una tela de araña muy
intrincada y difícil de entender al 100 %.
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La herramienta que si ya tenemos a la mano es la que se conoce como farmacogenómica.
La posibilidad de mapear mi propia información genética y ponerla a prueba con los
diferentes fármacos que existen y así poder predecir mi bueno o mala respuesta a los
manejos existentes. Estos avances existen en todas las ramas de la medicina y la
Psiquiatría no podía quedarse aislada de los mismos. Se trata de un elemento nuevo y
muy valioso que no es para usarse en todos los pacientes, pero que nos ayuda a mejorar
nuestra toma de decisiones en las enfermedades de más difícil control y que se muestran
resistentes a los protocolos habituales de tratamiento.
Dr. Edilberto Peña de León
Neuropsiquiatría
Contacto: [email protected]
Teléfono: (55) 51605596
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