Aunque no son algo grave para la salud de tu piel, sí resultan desagradables a la vista y eso a la larga te puede pegar en la autoestima. Aquí te dejamos una serie de remedios caseros para puntos negros que seguro te van a funcionar.
Qué son los puntos negros
Cuando los poros de la piel se dilatan estos pueden llegar a taparse por diferentes sustancias como bacterias, polvo, contaminantes y hasta sebo. Es ahí cuando se forman los famosos puntos negros.
Por qué aparecen los puntos negros
Aunque se pueden deber a situaciones hormonales o el mal uso de maquillaje, la causa principal es la falta de higiene. Las personas que cuentan con un sistema de limpieza estricto y regular tienden a desarrollar muy pocos puntos negros.
Remedios caseros para puntos negros
Vaporizaciones
Las vaporizaciones vienen perfectas para combatir los puntos negros porque justamente abren el poro y dejan salir toda la suciedad acumulada.
Si quieres que las vaporizaciones sean más efectivas coloca en un recipiente con agua y ponla a hervir con hojas de eucalipto, o menta, o manzanilla (la que más prefieras). Cuando ya haya hervido retírala del fuego, coloca una toalla sobre tu cabeza y aspira el vapor con el rostro lo más cerca posible del recipiente. Tras unos minutos, ya con el rostro húmedo y los poros abiertos, utiliza un algodón para apretar las espinillas y sacar todas las toxinas de tu piel.
Repite el proceso de dos a 3 veces por semana y en poco tiempo notarás la diferencia.
Claras de huevo
En un recipiente bate dos claras de huevo, cuando tengas una mezcla consistente colócala en las zonas más afectadas, sobre esta primera capa coloca un pañuelo desechable y vuelve a empaparlo con la mezcla. Déjala actuar hasta que el pañuelo se seque y procede a retirarlo, después elimina los restos con abundante agua y deja secar tu piel sin utilizar toallas.
Bicarbonato de sodio
Por su capacidad como exfoliante puedes mezclar en un recipiente una cucharadita de bicarbonato de sodio con un poco de agua, hasta formar una pasta. Aplícala sobre la piel en movimientos circulares suaves y deja que actúe por unos minutos. Retira con abundante agua y procede a hidratar la piel con un poco de crema.
Es recomendable hacerlo sólo dos veces por semana, ya que puede ser un tratamiento que reseca la piel.
Mascarilla de yogur
En la licuadora vierte dos cucharadas de yogur natural, 2 hojas de perejil y medio pepino. Licúa hasta obtener una pasta que puedas untar sobre tu piel y dejarla actuar por 20 minutos. Retira con abundante agua tibia. Puedes repetir el proceso de 2 a 3 veces por semana.
Miel y canela
La miel es conocida por sus propiedades antisépticas y la canela es un gran exfoliante. En un recipiente vierte 4 cucharadas pequeñas de miel y mézclalas con una cucharada de canela en polvo para conseguir una pasta que podamos untar sobre el rostro. Aplícala durante la noche y déjala actuar hasta la mañana siguiente. Por la mañana retira con abundante agua tibia.
Mascarilla de avena
En la licuadora vierte cuatro cucharadas de avena y un poco de agua tibia. Licúa hasta conseguir una pasta y aplícala en el rostro. Déjala actuar hasta que seque y retírala con una agua templada.
Gelatina y leche
En un recipiente añade una cucharada de leche y una cucharada de gelatina sin sabor. Mezcla hasta formar una pasta y caliéntala por 10 segundos en el microondas para luego aplicarla con un pincel sobre la zona afectada con puntos negros. Déjala actuar por 10 minutos y retira el gel resultante de este procedimiento.
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