¡Hola! Soy Alexandra Drijanski.
Y es un honor para mí que Yordi me haya invitado a escribir una Columna en el Portal «Ideas que Ayudan».
Voy a empezar por presentarme con ustedes…
Me dicen Alex y soy una mujer sumamente apasionada, sensible y espiritual. Me encanta encontrarle el sentido a todo lo que hago y sucede a mí alrededor. Estoy en acción todo el tiempo y me encantan, sobre todo la salud y el bienestar; por lo que me gustar estar al día aprendiendo cosas nuevas. Mi profesión es ser nutrióloga. Amo mi trabajo y me encanta estar para los demás y me siento afortunada de poder tocar vidas.
Les contaré una anécdota: de niña tuve un problema de sobre peso y eso tuvo un impacto grande en mi vida; comía mucho y sobre todo «según yo» para molestar a mi mamá, que le chocaba que yo fuera una niña gorda, siempre me decía “ya deja de comer y baja de peso”, y yo comía en el recreo una torta, varias donas y bastantes chocolates. Si me iba bien o mal en un examen, si me peleaba con una amiga, si estaba triste, si estaba feliz… ¡Siempre me comía un chocolate!
Y así me la pasaba comiendo chocolates para acompañarme en cualquier estado de ánimo; triste, feliz, sensible, angustiada o con miedo. Fui una niña que nunca uso pantalones de mezclilla, no había talla que me quedara. Entrando a secundaria me interesó un chico el cuál dijo que yo tenía una cara muy linda pero qué lástima de mi cuerpo, cosa que me hizo despertar y correr con mi mamá para pedirle ayuda y qué me llevara con alguien que me guiara en bajar de peso. Ahí comenzó mi camino; baje 16 kilos con una dieta tomando 16 vasos de agua al día, comiendo sandia entre comidas, 4 frutas por el desayuno, carne y 7 verduras en la comida… Y bueno, de allí en adelante bajaba y subía de peso constantemente; visité todos los doctores de dieta y nutriólogas que estuvieran de moda y esto, me impactó tanto que hasta estudié nutrición. Yo soy paciente en mi consultorio; si algo tengo, es ser empática con todos los pacientes que vienen a verme; yo ya he hecho todo los que han hecho ellos y también se perfectamente bien, qué es lo que sienten. He trabajado en consulta privada desde hace 20 años; soy educadora en diabetes y estuve 7 años en la clínica Lomas Altas, haciendo los check ups. Hace 8 años conocí la sensibilidad a los alimentos; la cuál me cambio la vida en cuánto a salud y bienestar hasta mi rumbo profesional. Vivía yo con una inflamación en el colon o colitis crónica; siempre me dolía el estómago y siempre, siempre, siempre, después de comer decía “Ouch”, ya que esto ya era parte de mí.
Me invitaron a hacerme una prueba de sensibilidad a los alimentos, término que nunca aprendí en la universidad, y esta acción cambio mi vida para siempre. Desde hace 8 años mi profesión tiene un sentido completamente diferente y es totalmente personalizado. Descubrí que cuando nosotros comemos; el sistema inmunológico puede detectar a ciertos alimentos como extraños, y cuando esto sucede se generan anticuerpos “IgG”; los cuáles salen a defender el organismo creando inflamación. La inflamación es todo un tema en cuánto a salud. La inflamación, puede ser la causa de las enfermedades crónico degenerativas, y si existe una condición de salud en tu organismo, y estás inflamado, esto puede incrementar los malestares y se vuelve difícil de tratar.
Incluso la inflamación puede llegar a dar síntomas como dolores de cabeza, cansancio, irritabilidad, faltas de concentración, depresión, colitis, gastritis, gases, diarrea o estreñimiento, mala digestión, sobre producción de moco, sinusitis, problemas en la piel, dolor de coyunturas ,después de dos horas hasta dos días de haber comido el alimento al que eres sensible.
En mi próxima columna les voy a compartir esta mi pasión… “La sensibilidad a los alimentos».