Sabemos que existen alergias para todo, pero ¿ser alérgico al frío? Aquí te decimos cómo saber si padeces de esta alergia.
¿No paras de tener mocos? Quizás no sólo es un resfriado, sino podrías estar pasando por una alergia estacional o bien, por la «fiebre del heno».
Con las tormentas presentadas en las últimas semanas, aunado a las fuertes granizadas que han causado accidentes en la Ciudad de México, la estación invernal se ha adelanto a pesar de estar en verano y con ello, las bajas temperaturas podrían estar causando desde una gripe hasta afecciones como la rinitis.
Sin embargo, lo que podríamos pasar como una tos o simple gripita, en realidad podría ser una alergia estacional, también conocida como «fiebre del heno» o «rinitis alérgica estacional». Esta ocurre en ciertos periodos del año o cuando el moho dle ambiente libera sus esporas o las plantas liberan partículas de polen al aire.
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De acuerdo con el portal alergologia.com, la alergia al frío puede presentarse también como una afección dermatológica que afecta a ciertas personas cuando se exponen a temperaturas bajas o a cambios bruscos de termostato. En la mayoría de los casos, detalla el sitio, se manifiesta con la aparición de ronchas en la piel que provocan sensación de quemazón y picores, aunque existen casos severos donde los labios pueden hincharse.
Conforme a los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), esta alergia al frío puede tratarse con antihistamínicos o descongestivos, pero recuerda que lo mejor es consultar a un profesional de la salud, ya que este podrá realizarte pruebas especiales para controlar la alergia.
Aunado a lo anterior, dentro del cuadro sintomático está:
- Congestión nasal
- Estornudos
- Lagrimeo
- Picazón en la nariz
- Picazón en los oídos
- Enrojecimiento de ojos
- Tos
- Fatiga
- Dolor de garganta
- Dolor de cabeza
Por esta razón, entre las recomendaciones que hace el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se encuentran: el evitar cambios bruscos de temperatura, consumir gran variedad de frutas y verduras que incluyan la vitamina C y D, abrigarte bien; evitar tocar ojos, nariz y boca con las manos sucias. Asimismo, quedarte en casa en la situación de que el frío esté muy intenso.
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